Muchas gracias, amigo.

Con una llamada en la que me digas "Tenemos que hablar", me basta. No necesito más. Quiero aclarar esta situación, quiero dejar de llorar cada vez que te vea. Ni te imaginas las veces que he oído "Si me quisiera, no me haría esto", y ahora creo que lo estoy viviendo en mi misma. Me estás superando, y estás consiguiendo que todo lo demás también lo haga. Se suponía que el problema no estaba conmigo... Joder, sabes que todos los detalles, con buena o mala intención que tengas conmigo, los voy a tener en cuenta. Quizás sea cierto lo que dicen, que cuando una persona te entra por mal ojo, se queda así, pero yo creo que si todo lo que me decías era cierto, tus sentimientos no pueden cambiar de un día para otro. No hagas que deje de considerarte como un verdadero amigo, como una gran parte de mi vida, porque eso me duele más que cualquier tontería que se te ocurra decirme.