
Tanto tiempo... tantísimo sin verte... y te encuentro allí, y me saludas como si no supiera quién eres. Justo después me pides dos besos y yo me hago la tonta. No se tampoco cuándo volveré a verte, y el último recuerdo que tengo tuyo es tu mirada de lejos, escondido y rodeado de tus amigos. No puedo evitar llorarte, por mucho que me haga a la idea de que no te tendré ni como te tuve aquella vez, en mis brazos. Los cinco minutos mejor aprovechados de mi vida... o quizás la peor opción que pude elegir.
Me has dejado sin palabras.
ResponderEliminarEs un texto muy triste.
¡Un besazo!