
Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso.
Es más, Smily, después de leer todo lo que me he perdido de tu blog (sobretodo esa última entrada) y comentarte con ese pedazo de texto, hoy va por tí. Espero que te sirva. A mi Chaplin, SIEMPRE me ayuda :)
ResponderEliminarDiooos. Me encanta esa frase. Voy a apuntarlo ahora mismo.
ResponderEliminarY muchísimas gracias por dedicarmelo, en serio, me ha hecho muchísima ilusión :)
Un besazo!